Tú también te merecías que te hicieran reír. Te merecías esos abrazos sin avisar, esos besos en la nariz, esas sorpresas que te paralizaran las piernas y te aceleraran el corazón. «A mí todo eso no me gusta», me decías para justificarte. Y ahora sé que tenías toda la razón: no te gustaban porque nunca entendiste el significado de todos aquellos gestos. Marcharme fue lo mejor que pude hacer.

Laura Lozano

2020

Vaya meneo nos has pegado, 2020. Nos has obligado a entender el verdadero significado del verbo cuidar. A nosotros mismos y al resto, a los que queremos con locura pero también a aquellos con los que compartimos mesa de trabajo. La solidaridad y la responsabilidad se han vuelto fundamentales. Hemos tenido que ser valientes pese a que estábamos muertos de miedo. La incertidumbre se ha vuelto rutina y la distancia ha dolido como nunca antes. Hemos aprendido a abrazar con los ojos y los besos se han quedado en standby. 2020, con la mitad nos hubiésemos conformado, la verdad. Aún así, gracias por recordárnoslo: tenemos que disfrutar de cada minuto que nos queda.

Laura Lozano

Desaprendiendo

Esta semana he acabado de entenderlo: el amor es ese «lo sabía» cuando tú no te creías capaz. Es esa confianza en los ojos de la otra persona. O en sus palabras. Yo que pensaba que lo conocía y resulta que no. El amor es ayudar a volar, es construir de nuevo cuando alguno se rompe a trozos, es la calma cuando nos cala la tormenta. El amor es ser ese lugar al que nos gustaría siempre volver. Qué bonito desaprender contigo.

Laura Lozano

Tengo muy poca tolerancia al fracaso, es un hecho. Ya no me queda mucha alegría aunque todavía conservo la paciencia. No me preguntes cómo ni porqué. Me consume no ver el final del túnel, saber que esto se acaba y que no tengo dónde agarrarme. Estoy cayendo y lo único que voy a permitirme es estar triste. No me lo merezco pero es lo que necesito. Y, a veces, hace falta escucharse.

Laura Lozano

Siempre tendrás tiempo de arrepentirte

«Arrepiéntete de todo aquello que no hagas». Lo hablaba ayer con una amiga y es verdad. Liándola parda seguramente te equivocarás en el cómo, en el cuándo o en el dónde pero nunca en el porqué. Hacer lo que sientes no está mal y acabar con algo que no te hace feliz, tampoco. Sea demasiado pronto o demasiado tarde. Atreverse es el primer paso para liberarse. Para dejar de esperar algo de esa persona que no está dispuesta a dártelo. Quedarse con un «qué hubiera pasado si» no merece la pena. Te lo digo yo.

Laura Lozano

¿Te apuntas?

Hasta ir a hacer la compra me gusta si me acompaña. Ya ves tú, un gesto tan rutinario como ese me parece divertido cuando viene. Y que se repita cada día esa manía tuya de hacer que me muera de vergüenza delante del cajero de turno o de comprame cualquier tontería que sabes que si fuese sola no metería en el carro. Esa ilusión por hacer cosas nuevas y por continuar haciendo las de siempre. Esas ganas. Supongo que es lo que tenemos que mimar. ¿Te apuntas?

Laura Lozano

Aquí te espero

Sé lo difícil que es que te pidan que te quedes. Que no te vayas, que renuncies. Y sé también lo egoísta y lo injusto que es. Yo no voy a hacerlo. Tampoco he sido de esperar. Me desesperan las cuentas atrás. Pero contigo siempre he hecho una excepción. Aquí me quedo con más ganas que nunca de seguir tachando primeras veces de nuestra lista. Cuídate mucho, es lo único que voy a pedirte a cambio. Te abrazo pronto.

Laura Lozano

cerrando

Tuve abierta la herida durante tanto tiempo que fue más fácil de curar cuando nos alejamos. Me castigaba por haberlo hecho tan rápido pero, supongo, que mi cuerpo no era capaz de seguir aguantando. Me hicieron temblar la calma y la paz que llegaron después porque estaba acostumbrada a tus terremotos. Y volví a recordar que eso era lo que siempre había querido. No tuvo sentido dolernos así.

Laura Lozano

Cosas de dos

Era esto, joder. Cenarnos el viernes bailándonos encima. Acabarnos la botella de vino con un único motivo: estamos vivos y eso hay que celebrarlo. Aunque hayamos tenido una semana, un mes o un año de mierda. Eran esas mañanas que se nos acaban yendo de las manos, esa manera de disfrutar de cualquier plan juntos. Era justo así cómo imaginaba que me sentiría algún día. Nos hacemos felices y está bien así.

Laura Lozano

Supongo que lo más difícil fue darme cuenta de que ya no estaba enamorada. Despertarme aquel día a su lado y, por primera vez, no desear que aquella escena volviera a repetirse toda mi vida. Aunque tardé mucho tiempo en entenderlo, mi corazón ya era un no en ese sí incansable de mi cabeza. Había abandonado y por mucho que me empeñé ya era tarde. No pude hacer nada por salvarnos y sinceramente, en ese punto, tampoco quise. Por fin estaba pensando en mí. Lo siento.

Laura Lozano